Sobre Lucifer en pocas palabras:

«Lucifer» es una serie de televisión que sigue la historia del mismísimo diablo, quien se aburre de gobernar el infierno y decide tomar unas vacaciones en la Tierra, donde abre una discoteca en Los Ángeles. En el camino, se involucra en la resolución de crímenes con una detective humana llamada Chloe Decker, y lucha contra sus propios demonios personales mientras intenta comprender su nueva humanidad. El programa es una mezcla de procedimiento criminal, fantasía y drama, con escritura ingeniosa y actuaciones carismáticas de su elenco.

Conoce a los personajes de Lucifer

Charlotte Richards

Charlotte es un torbellino emocional con una fachada muy pulida —abogada, madre improvisada y, eh, algo celestial por un tiempo—, siempre intentando hacer lo correcto aunque no tenga ni idea de lo que eso implica en ocasiones. Tiene una calma maternal que te sorprende y luego te muerde con una sentencia legal como si nada; es súper carismática pero a veces parece perdida (en el mejor sentido). Le gustan los libros, las conversaciones profundas y también puede aparecer en tacones imposibles a las 3 a.m., lo cual nadie entiende del todo. A veces es dulce, a veces es implacable, y eso la hace adorable y un poquito aterradora al mismo tiempo.

Mazikeen

Maze es pura fuerza envuelta en tatuajes y tacones, leal hasta la médula y con un sentido del humor que corta más que sus cuchillos —literalmente, ojo—. Es feroz, sarcástica, protectora con Lucifer y con sus raros momentos de ternura (sí, tiene momentos blanditos, lo juro). Ama las armas, odia las reglas sociales y es sorprendentemente mala en expresar sus sentimientos… aunque al final lo hace, a su manera. También hay algo casi infantil en sus gustos: le encantan los perros salvajes, no sé por qué, pero le calza perfecto.

Dan Espinoza

Dan es el tipo quejumbroso pero con corazón enorme; detective de verdad, con principios, un poco estresado por la vida y tremendamente humano. Resopla mucho, se queja de Lucifer como si fuera un vecindario ruidoso y al mismo tiempo lo defendería hasta el final (aunque lo negaría mil veces). Padre orgulloso de Trixie, exmarido confuso, amante del café y de las pequeñas victorias cotidianas, eso sí. A veces parece rudo y otras es un oso de peluche que no sabe ser vulnerable pero lo intenta, y eso lo hace real.

Chloe Decker

Chloe es la roca: centrada, justa, con esa mezcla rara de paciencia y terquedad que te gana al instante; detective que no se deja impresionar por títulos (sí, ni por el diablo). Es práctica, honesta hasta el dolor y curiosamente dulce cuando menos lo esperas; a veces escribe listas mentales de cosas que no debería escribir, ¿no? Tiene integridad a prueba de balas, pero también se ríe de chistes malos (poco, pero pasa). Lo mejor es que es humano-heroico sin querer serlo, y su mirada franca lo dice todo.

Dr. Linda Martin

Linda es como esa amiga que te escucha mil horas y después te da un esquema de cómo sobrevivir a la vida (y un té herbal). Terapeuta con paciencia infinita, ética flexible cuando la situación lo pide y una fascinación por el comportamiento humano que raya en lo adorable. A veces pontifica sobre procesos mentales y al segundo siguiente está comiendo cereal a las 2 a.m. con Lucifer en el sofá; contradicciones encantadoras. Tiene una sabiduría tranquila y una curiosidad científica que la hace perfecta para lidiar con lo imposible (sí, incluso lo sobrenatural).

Eve

Eve es chispas y problemas, la primera mujer con una sonrisa que puede ser un arma. Coqueta, rebelde, juguetona y con un pasado que la hace igual de vulnerable que peligrosa; le encanta tentar (obvio) pero también añora algo real. Es una mezcla de diva y compañera de bar, siempre lista para una aventura nocturna y para arrepentirse al amanecer, o no, depende del humor. A veces inesperadamente tierna, otras veces muy frívola, y todo eso la hace absolutamente impredecible.

Amenadiel

Amenadiel comienza como el “serio que no tiene humor” pero luego se convierte en el tipo que hace bromas paternas mientras intenta arreglar el universo. Es honorable, rígido con sus creencias al principio, y luego sorprendentemente humano: aprende sobre amor, responsabilidad y cocinar (sí, le enseñan). Tiene un aura imponente pero también un corazón enorme y torpezas emocionales que son casi adorables. A veces es inflexible y al segundo siguiente te sorprende con una frase que te rompe el pecho; un ángel con crisis existenciales, básicamente.

Ella Lopez

Ella es una explosión de energía y curiosidad —forense genio con una sonrisa enorme y una fe curiosamente inquebrantable—, habla muy rápido y a menudo olvida que otros no llevan su ritmo. Ama las pegatinas, los cupcakes y también las teorías científicas, una combinación extraña pero perfecta; tiene un radar para lo ridículo y lo adorable. Puede estar aterrada por cosas pequeñitas pero enfrente de una escena del crimen es pura concentración zen. Es el tipo de persona que te anima y al mismo tiempo te explica por qué los datos importan, con una canción pegada en la cabeza.

Trixie Espinoza

Trixie es la personita más honesta y directa del mundo: ingeniosa, adorable y con preguntas que desarman a cualquier adulto en segundos. Tiene una imaginación gigante (unicornio-obsession, probablemente) y una sabiduría infantil que te deja pensando “¿cómo no lo vi?”; a veces es una niña pequeña y otras una mini filósofa. Le encanta su familia, exige justicia como si fuera su superpoder y puede convertir cualquier discusión en un drama adorable. Pequeña pero con carácter, y con una colección de peluches que probablemente tienen más personalidad que algunos personajes adultos.

Lucifer Morningstar

Lucifer es puro glamour, sarcasmo y encanto peligroso; se presenta con sonrisas irresistibles, copas perfectamente mezcladas y una curiosidad por la humanidad que es tanto sincera como un poco teatral. Es divertido, egocéntrico en plan teatral, tremendamente seductor y también sorprendentemente vulnerable cuando las máscaras caen (lo que no hace muy a menudo, pero cuando pasa ¡ay!). Ama la música, la atención y discutir filosofías profundas a las 3 a.m., y tiene una inclinación por complicarlo todo emocionalmente, claro. Cruel y tierno a la vez, con crisis existenciales pero muy buen peinado, básicamente.