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¿Qué personaje de ‘A Discovery of Witches’ eres?

¿Eres fan de la popular serie de fantasía "A Discovery of Witches"? ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje serías en el mundo de brujas, vampiros y demonios? ¡Ahora es tu oportunidad de descubrirlo! Realiza nuestro divertido y emocionante cuestionario para descubrir qué personaje de "A Discovery of Witches" se parece más a ti. Con solo unas pocas preguntas cortas, podrás descubrir tu verdadero carácter y personalidad. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Desplázate hacia abajo de la página y haz clic en el botón de inicio para comenzar el cuestionario ahora!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de A Discovery of Witches eres?

Sobre A Discovery of Witches en pocas palabras:

«A Discovery of Witches» es una serie de televisión basada en la exitosa novela de Deborah Harkness. La serie sigue la historia de Diana Bishop, una bruja que descubre un misterioso manuscrito que llama la atención de una variedad de criaturas sobrenaturales, incluyendo vampiros y demonios. Mientras navega por este peligroso mundo, se enamora de un vampiro llamado Matthew Clairmont y juntos deben desentrañar los secretos del manuscrito mientras se protegen de aquellos que buscan hacerles daño. La serie está llena de intriga, romance y magia, lo que la convierte en una visita obligada para los fans del género.

Conoce a los personajes de ‘A Discovery of Witches’

Matthew Clairmont

Matthew es ese tipo serio, medio viejo (en el buen sentido vampírico) y terriblemente brillante que siempre parece saber más de lo que dice. Científico, elegante, con cara de que podría cortar el aire con una cucharita y, sin embargo, también tiene manías raras (cuida plantas como si fueran su familia, creo que les habla aunque no lo admitirá). Protector hasta el exceso con los suyos, pero con una forma torpe de demostrar cariño que es casi adorable —o irritante, según el día—. Tiene ese aura de misterio aun cuando se pone a explicar genética con demasiada paciencia; y sí, a veces es melancólico y dramático, lo juro, pero también hace chistes malos y se enoja por poca cosa.

Diana Bishop

Diana es la sorpresa más deliciosa: historiadora, estudiosa, con esa mezcla de timidez inicial y una determinación que te pega un empujón cuando menos lo esperas. Ama los libros como si fueran lugares seguros y también puede lanzar fuego (literal o figuradamente, depende de la escena), lo que la hace fascinante y un poco impredecible. Tiene momentos súper torpes (se tropieza con su propia sombra) y otros en los que no hay quien la mueva; contradicciones incluidas, claro. Es cariñosa en su propio estilo y tiene una intuición que a veces parece magia y otras ciencia, lo que la convierte en el corazón palpitante de todo el lío.

Emily Mather

Emily es… complicada, con un aire antiguo y un rencor que no se le olvida fácilmente, o eso es lo que recuerdo entre escenas (tal vez exagero). Tiene la pasión de alguien que ha sufrido injusticias y una determinación que puede ser tanto admirable como aterradora. A veces parece teatral, con gestos grandes y palabras afiladas, y otras veces sorprende con silencios largos que dicen mucho más que sus gritos. Hay un toque trágico en ella, como si llevara muchas historias en los bolsillos; y sí, probablemente guarda secretos, claro que sí.

Sarah Bishop

Sarah es la tía práctica y un poco cascarrabias que todos quisiéramos en el bingo de la vida familiar; protectora, sarcástica y con un corazón enorme escondido bajo capas de sentido común. Lleva la casa con mano firme y tiene una paciencia infinita para explicarle a la gente lo obvio, aunque a veces la frase «te lo decía yo» brille en sus ojos. Puede cocinar como si fuera un ritual (o sólo calentar sobras, depende de la semana), y siempre sabe cuándo soltar un comentario que te despierta. No es perfecta, se olvida de cosas y a la vez no olvida nunca lo importante; muy humana, vamos.

Domenico

Domenico es puro estilo italiano, teatral y encantador, la clase de vampiro que aparece entrando en una habitación y te cambia el ánimo. Es leal y feroz cuando la situación lo pide, además tiene un sentido del humor exagerado que aparece en los momentos menos esperados (a veces demasiado). Le gustan los excesos, la buena comida y las frases dramáticas, pero también tiene un lado tierno que sale a pasear de vez en cuando, aunque jure que no. Es el compañero ideal para escenas grandes: sangre, risas, cuchillos metafóricos y quizá un abrazo en el momento inesperado.

Peter Knox

Peter es ese personaje que te hace rechinar los dientes y, sin embargo, hay algo hipnótico en su ambición y su necesidad de control. Aparece educado, curioso, con una sonrisa que no llega a los ojos y una obsesión por saber más (y por obtener poder, obvio). Tiene momentos de nerviosismo que lo humanizan —se acomoda la corbata, revisa sus notas, respira hondo— y otros en los que deja ver la dureza real de alguien que no se detiene. Si prestamos atención, hay una mezcla de inseguridad enterrada bajo su fachada de seguridad, y eso lo vuelve peligroso y fascinante al mismo tiempo.

Gerbert D’Aurillac

Gerbert tiene ese aire de erudito antiguo que guarda libros raros y secretos aún más raros en cajitas pequeñas; parece que habla en latín cuando menos te lo esperas. Es cerebral, calculador, y quiere el conocimiento como quien colecciona sellos, con una paciencia infinita y a veces un poco molesta. A la vez tiene extraños arranques de humanidad (un gesto suave aquí, una frase amable allá) que contradicen su aspecto de sabio distante. No es el típico villano; es más bien el tipo que movería piezas en la sombra y luego se serviría un té como si nada hubiera pasado.

Susanna Norman

Susanna es la mejor amiga efervescente: habla sin filtro, es leal hasta la médula y tiene un sentido del estilo fabuloso que a veces distrae de lo peligrosa que puede ser su inteligencia. Hace chistes malos, organiza cenas como si fueran misiones y tiene una valentía práctica que mola muchísimo. Es directa, cálida y a veces un pelín dramática (pero en el buen sentido, ya saben), y siempre está ahí para sacar a alguien de un apuro. Además, se le pega cualquier idea loca y la convierte en plan factible; no subestimes su capacidad de improvisación.

Satu

Satu es pura chispa: feroz, leal y con una lengua afilada que no perdona, además de una energía guerrera que impresiona. Es de las que entran en batalla con una sonrisa y salen cantando —o gritando— dependiendo del resultado; y sí, tiene un código propio que respeta con devoción. A veces parece ruda hasta lo caricaturesco, pero tiene gestos de cariño inesperados (como compartir un trozo de pan o un secreto) que derriten. Es práctica, directa y muy, muy leal; y si no te cae bien al principio, espera cinco minutos, probablemente acabará salvándote el día.

Ysabeau De Clermont

Ysabeau es elegancia pura con un filo: sofisticada, maternal pero estricta, y con una presencia que impone sin esfuerzo. Tiene un pasado largo que se siente en cada palabra y un instinto político que la hace maniobrar mejor que casi nadie; se la respeta y con razón. Es cariñosa en su manera particular (orgullosa y con límites claros) y hay algo romántico en la forma en que protege a su familia, aunque a veces sea un poco dura. Ama las tradiciones, las cenas formales y, sospecho, coleccionar objetos bonitos que suenan a historia.