Saltar al contenido

¿Qué porcentaje de mandaloriano eres?

¿Eres un verdadero fan de la épica serie de western espacial, "The Mandalorian"? ¿Curioso por saber cuánto de un aficionado mandaloriano eres realmente? ¡Bueno, no busques más! Sumérgete en nuestro emocionante cuestionario y descubre tu identidad mandaloriana. Ya sea que seas un intrépido cazador de recompensas como Din Djarin o poseas la sabiduría de un Caballero Jedi, este cuestionario pondrá a prueba tus conocimientos y tus instintos. Entonces, ¿estás listo para embarcarte en esta aventura intergaláctica? ¡No dudes! Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrir qué porcentaje de mandaloriano fluye por tus venas. ¡Que la Fuerza te acompañe!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué porcentaje de mandaloriano eres?

Sobre Mandalorian en pocas palabras:

«El Mandaloriano» es una serie de televisión de western espacial aclamada por la crítica que se desarrolla en el universo de Star Wars. Creada por Jon Favreau, la serie se estrenó en 2019 en la plataforma de streaming Disney+. Ambientada cinco años después de los eventos de «El retorno del Jedi», la serie sigue el viaje de un solitario cazador de recompensas, conocido como Din Djarin o «El Mandaloriano», en los confines exteriores de la galaxia. Navega a través de una galaxia sin ley y peligrosa, asumiendo varios encargos y encontrando personajes fascinantes, incluyendo la criatura alienígena adorable y misteriosa, Grogu (conocido con cariño como Baby Yoda por los fans). Con su cautivadora narración, impresionantes efectos visuales y una combinación perfecta de acción, drama y humor, «El Mandaloriano» se ha convertido en una adición querida a la saga de Star Wars.

Conoce a los mandalorianos

10% Mandalorian

Es el fan casual que tiene un parche en el brazo y una figura de acción en la estantería, más estética que credo, pero qué estética, eh. Le gusta decir «This is the way» en broma y se ríe, aunque nunca ha forjado nada de beskar (pero colecciona imanes de casco, ¡no me lo preguntes!). No es de fiar en batalla pero sí en fiestas temáticas: siempre lleva snacks y una playlist épica. A veces dice que detesta las armas y al minuto siguiente está probando un bláster en modo juguete, contradicciones incluidas.

25% Mandalorian

Este tipo está aprendiendo las reglas y se toma en serio algunas, pero otras las torea con estilo; por ejemplo, respeta la disciplina del grupo pero odia madrugar —claro—. Tiene una pieza de armadura medio hecha (pintada con stickers, admitámoslo) y le encanta presumir sus tutorías de combate en redes sociales. Es útil en una escaramuza y bastante protector con los suyos, aunque a veces se distrae por cosas brillantes (monedas, reflectores, lo que reluce). Y sí, tiene un pañuelo con un símbolo mandaloriano que usa hasta para cocinar, no sé por qué pero funciona.

50% Mandalorian

Equilibrio total: sabe cuándo golpear y cuándo quedarse en silencio, serio pero con sentido del humor cansado, como un viejo guerrero que además manda memes. Es leal, práctico y tiene un código, aunque lo interpreta a su manera y a veces hace trampas (por cariño, claro). Le verás arreglando su armadura a media noche y alimentando a dos crías de bestia espacial que recogió en una parada, no me preguntes cómo pasó eso. Mantiene tradiciones pero no es dogmático; cree en la familia y en un buen plan táctico, y en hacer té antes de una misión.

75% Mandalorian

Casi puro, casi un icono: vive por el credo y la comunidad lo admira y teme en partes iguales, serio en la batalla y generoso en las tabernas. Tiene historias de campo enormes, cicatrices que cuentan anécdotas y un casco que parece tener más aventuras que la mayoría de la gente en una vida. A veces es extremadamente tajante con la regla del casco, y otras veces guarda secretitos tiernos—hay una foto diminuta en su interior que nadie descubre (o eso dice). Es profesional, frío cuando toca, pero te prepara sopa cuando estás enfermo; sí, duro por fuera, calentito por dentro.

100% Mandalorian

Ese es el arquetipo total: fiel al credo al 100%, impecable en combate, silencioso y letal, con una presencia que impone antes de hablar. Sigue tradiciones antiguas con reverencia casi religiosa y su armadura brilla como un estandarte; hay respeto, miedo y admiración a partes iguales. Dicen que nunca se quita el casco en público (y probablemente sea verdad), aunque en privado puede tener hobbies rarísimos, tipo tejer o coleccionar chucherías de su infancia, lo cual es adorable y contradictorio. Vive por la comunidad y por la forja, y si juras su lealtad, tienes un aliado para la vida —o para la guerra—, depende del día.