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¿Qué personaje de Detrás de sus ojos eres?

¡Bienvenido al intrigante mundo de "Detrás de sus ojos"! ¿Estás listo para descubrir los secretos y desenredar la compleja red de relaciones? Este cuestionario te ayudará a descubrir con qué personaje de la cautivadora serie de Netflix te identificas más. ¿Te encontrarás empatizando con la enigmática Adele, cuyo misterioso pasado esconde una multitud de sorpresas? ¿O quizás compartes la determinación y curiosidad de Louise, quien se enreda en un peligroso triángulo amoroso? Tal vez encarnes al enigmático David, cuyos motivos ocultos mantienen a todos adivinando. ¡Para embarcarte en este emocionante viaje, desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrir qué personaje de "Detrás de sus ojos" eres realmente!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Detrás de sus ojos eres?

Sobre Behind Her Eyes en pocas palabras:

«Detrás de sus ojos» es un cautivador thriller psicológico que mantiene a los espectadores al borde de sus asientos. Basada en la novela de Sarah Pinborough, esta serie de Netflix explora las complejas dinámicas del amor, el engaño y la obsesión. La historia sigue a Louise, una madre soltera que se ve atraída hacia un retorcido triángulo amoroso cuando se involucra románticamente con su jefe psiquiatra, David. Sin embargo, las cosas toman un oscuro giro cuando entabla amistad con la misteriosa esposa de David, Adele, y profundiza en su problemático matrimonio. Con una trama emocionante, giros inesperados y revelaciones sorprendentes, «Detrás de sus ojos» es una serie imprescindible para los amantes de los dramas de suspense.

Conoce a los personajes de Detrás de sus ojos

Adele Ferguson

Adele es esa figura helada y fascinante que no puedes dejar de mirar —psiquiatra, elegante, con una sonrisa que parece calculada y a veces genuina, no sé, depende del día—. Tiene un aura de control absoluto; parece tener siempre un plan aunque a veces se distrae con una revista o con tejer (sí, en serio, tejer). Es de las que te hacen creer que todo está bien mientras te observa desde el sofá como si llevase siglos entendiendo la humanidad, o como si no la entendiera del todo. Y hay algo maternal y a la vez peligroso en ella, como un gato que te ronronea pero también podría arañarte por diversión.

David Ferguson

David da la sensación de ser el tipo tranquilo que sostiene el mundo de alguien más, o eso cuenta la leyenda —o yo lo invento, no me juzguen—. Es calmado, paciente y con una mirada cansada que ama los crucigramas y a veces el heavy metal (sí, contradicciones, lo sé). Tiene ese rol de “pilar” pero a ratos se intuye que guarda secretos, pequeños fallos en su coraza que aparecen cuando nadie mira. Y aunque parezca aburrido, hay un sentido del humor muy seco que te puede pillar desprevenido y reírte solo en la cocina a las tres de la mañana.

Louise Bardsley

Louise es la protagonista imperfecta y maravillosamente humana: madre soltera, curiosa hasta lo obsesivo y con una vulnerabilidad que te atrapa. Trabaja, cuida, mete la pata, aprende, se enamora y luego se cuestiona todo —a veces se adelanta a sí misma, otras veces se queda paralizada, depende del capítulo en que la pilles—. Tiene un instinto de supervivencia feroz y a la vez una necesidad enorme de ser querida, lo cual la mete en problemas y también la hace increíblemente relatable. Y por cierto, colecciona tazas de té feas; no preguntes por qué, ella misma no lo sabe del todo.

Rob Hoyle

Rob es el tipo encantador que te sonríe en el momento justo y te rompe la cabeza en el siguiente, el clásico imán de problemas (pero irresistible). Es carismático, espontáneo, y a la vez con una capa de misterio que da muchísimo juego —y sí, a veces es torpe con los sentimientos y otras veces parece un maestro manipulador, depende de la noche—. Tiene esa mezcla de ternura y ego que hace que quieras darle una bofetada y un abrazo a la vez, lo cual es rarísimo pero cierto. Y algo ridículo: siempre parece llevar una chaqueta con olor a humo de bar, aunque jura que no fuma (¡mentira!).

Adam

Adam es el niño que te rompe el corazón y te lo recompone con dos tonterías, dulce, observador y con una imaginación enorme para su edad. A veces es callado y serio como si fuese viejo por fuera, otras veces es un torbellino de energía, todo depende del día y de cuánta pizza haya. Hay una fragilidad en él que te hace querer protegerlo, pero también una astucia sorprendemente adulta cuando nadie lo espera. Y tiene la costumbre ridícula de esconder monedas en los bolsillos de los abrigos, no sé por qué, es adorable y un poco misterioso.

Sue

Sue es la amiga práctica, la que te dice las cosas sin rodeos y que probablemente encendió más de una vez la conversación que nadie quería empezar. Tiene un humor ácido, le encanta el cotilleo (admitámoslo) y aun así llega a ser increíblemente leal cuando importa, aunque a veces se contradiga y sea demasiado dura. Es la mano firme en la espalda de Louise y al mismo tiempo la que se pone a reír en el peor momento, porque claro, así es la vida. Y tiene una manía con los bolígrafos azules —siempre pierde los negros, siempre tiene el azul—.

Sophie

Sophie es esa presencia etérea y a la vez muy humana que aparece y descoloca el tablero; es libre, vulnerable y con un halo de alguien que ha vivido cosas raras. A ratos parece ingenua, a ratos parece la única cuerda en una habitación llena de cuerdas cruzadas —y sí, eso suena dramático pero es la verdad, me entienden—. Tiene pequeñas excentricidades, como cantar canciones tristes en la ducha o coleccionar entradas de cine, lo que la hace entrañable y a veces impredecible. Y por si fuera poco, es capaz de un gesto increíblemente cariñoso en el momento menos esperado, lo que te desarma totalmente.

Laura

Laura es la que mete orden cuando todo se desboca; metódica, muy observadora, y con una calma algo fría que no siempre es falta de emoción, solo que la guarda para los momentos precisos. Le gustan las listas (muchas listas), y tiene una mente analítica que ve patrones donde los demás ven caos —a veces exagera, claro, pero otras acierta de pleno—. Es práctica y casi siempre sabe qué decir para cortar un drama o avivarlo, según le convenga o según le apetezca ser honesta. Y detalle tonto: colecciona imanes de nevera de lugares que nunca visitó, contradicciones nivel experto.