Sobre Why Didn’t They Ask Evans? en pocas palabras:

«¿Por qué no preguntaron por Evans?» es una serie de televisión británica basada en la novela de Agatha Christie del mismo nombre. Ambientada en los años 30, la serie sigue a dos amigos, Lady Frances Derwent y Bobby Jones, mientras investigan la misteriosa muerte de un hombre que cayó por un acantilado. A medida que profundizan en el caso, descubren una red de engaño y peligro, que lleva a giros y vueltas inesperados. La serie cuenta con un elenco excepcional y paisajes impresionantes, lo que la convierte en una visita obligada para los fans de Christie y los dramas de época británicos.

Conoce a los personajes de ¿Por qué no pidieron a Evans?

Bobby Jones

¡Bobby es un tipo encantador y demasiado curioso para su propio bien! Joven, enérgico y con esa mezcla de ingenuidad y picardía que te hace reír y preocuparte al mismo tiempo, siempre está metiendo la nariz donde no debe —y con una sonrisa. Tiene criterio moral a prueba de bombas (bueno, casi) y una terquedad que lo mete en líos pero también resuelve cosas; a veces parece un detective de película vieja que lleva una bufanda verde, o al menos yo lo imagino así. De vez en cuando olvida detalles básicos, como dónde dejó la gorra, pero recuerda con precisión cada conversación incómoda, raro, ¿no? Y sí, es de los que hablan con la gente en la calle y terminan con un nuevo aliado (o con un pastel de manzana, no me preguntes por qué).

Frankie Derwent

Frankie es la aristocracia con botas de barro, vamos, elegante pero capaz de bajar las escaleras corriendo en pijama si hace falta. Es valiente, orgullosa, un poco temperamental y con un corazón enorme que la complica todo —además tiene opiniones que suelta sin avisar y te sacan una carcajada. A veces parece fría y distante, pero regala gestos pequeños que te hacen derretir; puede discutir sobre protocolo y después esconderte un chocolate, totalmente contradictoria. Tiene un sentido práctico curioso, le encanta conducir (maldito sea el tráfico), y suele ser la que pone orden cuando los demás se distraen.

Ralph ‘Knocker’ Beadon

Ralph, o «Knocker», es de esos tipos que pasan desapercibidos hasta que te das cuenta de que llevan todo el barrio en la cabeza; oficial, sobrio, con humor seco que aparece en el momento más raro. Le llaman Knocker porque siempre está tocando puertas, literal o figurativamente, y a veces parece más un vecino entrometido que un policía —en el buen sentido—. Es metódico, paciente y medio cascarrabias, pero tiene principios firmes y una ternura escondida (aunque jure lo contrario). Colecciona manías, como llevar guantes aunque haga calor, y de vez en cuando cuenta historias que no sabes si creer pero quieres creerlas de todos modos.

Dr. Alwyn Thomas

Este doctor es el tipo práctico y sensato que todos necesitamos en una crisis, aunque tenga una afición inexplicable por los rompecabezas, sí, literal, le gustan los puzles. Tranquilo, con cierta distancia profesional, pero en el fondo curioso y observador, de esos que notan el detalle que los demás pasan por alto. A veces da la impresión de ser frío y luego suelta un comentario ridículamente humano que te hace reír y desconcertarte; sí, contradicciones everywhere. Es competente, resolutivo y su presencia calma, aunque estoy casi segura de que colecciona bolígrafos —o al menos eso vi en una escena y no lo puedo olvidar.

Moira Nicholson

Moira tiene esa mezcla de misterio y vulnerabilidad que te deja pensando, ¿en qué estaba ella mirando justo ahora? Reservada, un poco frágil en la superficie pero con una voluntad interna sorprendente, guarda secretos que no siempre admite (y a veces se los inventa a sí misma, shh). A ratos parece llorar por todo y al minuto siguiente organiza un plan con precisión militar; sí, cambia de ritmo como quien cambia de calcetines. Tiene gustos excéntricos —adoptó un gato que tal vez no exista— y esa manera de mirar que sugiere que sabe más de lo que cuenta.

Roger Bassington-ffrench

Roger es encantador hasta el extremo, un tipo con sonrisa perfecta y algo teatral, como si siempre estuviera medio en un salón de baile. Glamouroso, vanidoso, un poco imprevisible y con gustos caros (corbatas, parisinas, lo típico), pero también sorprendentemente leal cuando se deja. Tiene un aire de misterio y algún pasado que no menciona (ojo con eso), y por momentos actúa como cortesano y al siguiente como cómplice descarado. Me lo imagino tocando el piano a medianoche o contando anécdotas exageradas en una mesa llena de copas; sí, exagera mucho, pero te cae bien igual.

Dr. James Nicholson

James tiene el aura de hombre mayor que sabe cosas que nadie más recuerda y que suelta frases crípticas a lo loco, lo adoro por eso. Es enigmático, con hábitos raros (tiene tazas de té con nombres, o eso juraría), y a veces parece débil y otras imponente, un poco como un faro quebrado. Hay en él una mezcla de tristeza y orgullo que lo hace magnético, y te quedas pensando en su pasado aunque no te lo cuente todo —porque no lo hará, obvio. Tiene detalles pequeños que lo humanizan, como comer siempre a la misma hora o perderse leyendo un periódico, cosas que lo hacen… real, incluso cuando actúa como un personaje de novela.