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¿Qué personaje de ‘Utopía’ eres tú?

¡Bienvenido al cuestionario de personajes de Utopia! ¿Eres un estratega astuto como Wilson Wilson o un luchador feroz como Jessica Hyde? Descubre qué personaje de Utopia eres tomando nuestro cuestionario. Con solo unas pocas preguntas simples, descubrirás tu verdadera identidad en Utopia. Entonces, ¿estás listo para comenzar el cuestionario? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio ahora!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Utopía eres tú?

Sobre Utopia en pocas palabras:

Utopia es una serie de televisión británica que sigue a un grupo de fans de cómics que encuentran un manuscrito de una novela gráfica que predice desastres de la vida real. Mientras intentan descubrir la verdad detrás del manuscrito y sus orígenes, se encuentran perseguidos por una misteriosa organización dispuesta a hacer cualquier cosa para mantener sus secretos ocultos. El programa explora temas de conspiración, paranoia y las líneas borrosas entre la realidad y la ficción.

Conoce a los personajes de Utopía

Dr. Kevin Christie

¡Kevin es ese tipo de científico que te deja fascinado y un poco asustado al mismo tiempo! Frío en apariencia pero con una obsesión casi poética por la verdad, siempre midiendo riesgos como si fueran ecuaciones; y sí, cree en el método científico como si fuera una religión. Tiene un lado paterno raro (literalmente se preocupa por cosas pequeñas, como los informes que nadie quiere leer) y al mismo tiempo toma decisiones que te hacen fruncir el ceño — no siempre coherente, pero siempre calculador. A veces parece genuinamente idealista y otras veces un poco pragmático hasta la crueldad, lo que lo hace imposible de predecir. Ah, y juro que una vez alguien dijo que colecciona bolígrafos vintage; no sé si es verdad pero me gusta imaginármelo así.

Becky

Becky es puro motor: fea, directa, visceral — y con un sentido del humor negro que corta como cuchillo. Ella protege a los suyos con uñas y dientes y no se anda con eufemismos, pero también tiene días tiernos en los que compra plantas y no sabe por qué (las riega demasiado o se olvida, depende). Impulsiva, valiente y con una rabia muy humana, hace las cosas ya; a veces sin pensar y luego se arrepiente, o no, depende del vino. Te hace reír y te rompe el corazón en la misma conversación, y eso la hace súper real.

Ian

Ian es el melancólico del grupo, el que mira más allá del plan y siente las cosas como si fueran películas antiguas — un poco dramático, sí, pero en el buen sentido. Callado a primera vista, acumulador de miradas y secretos, es sorprendentemente leal y tiene una paciencia de esas raras que parece que no se agota. Es probable que guarde entradas de cine o recortes viejos en un cajón (o sea, no lo afirmo, pero me lo imagino así), y a veces actúa sin querer llamar la atención y termina salvando el día. Hay algo noble en él, una tristeza bonita que lo hace querible aunque a veces se haga el distante.

Wilson Wilson

Wilson Wilson suena a personaje sacado de una novela negra y, la verdad, vive así: profesional, algo siniestro y deliciosamente imperturbable. Tiene rutinas y protocolos, pero hay pequeñas excentricidades que lo humanizan (como hablar con su reloj o decir “qué bonito” cuando no tiene por qué). Es metódico hasta el extremo, sí, pero no carente de ironía — a veces su sarcasmo es lo único que aligera la tensión. Muy eficiente, frío cuando hace falta, pero con una ética rara que no siempre cuadra; o sea, es contradictorio, y por eso encanta.

Grant

Grant es el optimista con problemas — carismático, apurado, siempre queriendo ser el héroe aunque no tenga manual para eso. Tiene chispa, ideas rápidas y una capacidad sorprendente para improvisar (o improvisar desastrosamente; ambas cosas ocurren). Le molan mucho los cómics o las cosas nerd, creo, y tiene esa pasión contagiosa que te hace seguirlo aunque el plan sea una locura. A veces se equivoca mucho, pero se levanta con una sonrisa y eso lo hace extrañamente adorable.

Alice

Alice es la enigma: fría, calculadora, con una mirada que atraviesa. No es que no sienta, sino que siente selectivamente; guarda todo para usarlo después, como piezas en un tablero. Tiene recursos y paciencia, y cuando decide actuar, lo hace con precisión quirúrgica — pero ojo, también hay momentos en los que se le escapa un gesto tierno (no me mires así, pasó). A veces contradictoria — se muestra dura pero se rompe con una canción triste, o al revés — y eso la hace fascinante y peligroso a la vez.

Thomas Christie

Thomas es la figura paterna amenazante: elegante, con poder y una voz que manda sin levantarla demasiado. Cabecilla frío, cree que sus ideas justifican medios extremos y tiene una convicción casi fanática; me da escalofríos y a la vez me atrae su magnética calma. Le encantan los detalles de lujo (gemelos, corbatas perfectamente dobladas) pero también puede mancharse las manos sin pestañear, lo que lo vuelve impredecible en el mal sentido. Tiene ese aire de “sé exactamente lo que hago” que te hace desconfiar y, sí, a veces actúa como si todo estuviera escrito — aunque luego tropiece en cosas pequeñas y muy humanas.