Sobre Tears of Themis en pocas palabras:

Tears of Themis es un popular juego móvil que combina elementos de romance, trabajo de detective y drama legal. Los jugadores asumen el papel de un abogado novato que debe resolver casos complejos, descubrir conspiraciones ocultas y navegar relaciones personales con un elenco de personajes encantadores. Con impresionantes visuales, emocionantes tramas y muchos giros y vueltas, Tears of Themis es una experiencia de juego inmersiva que seguramente mantendrá a los jugadores enganchados.

Conoce a los personajes de Tears of Themis

Artem Wing

¡Artem es ese tipo elegante que parece salido de una novela y, al mismo tiempo, podría romperte el corazón con una sola mirada! Astuto, observador y con una sonrisa que sabe cuándo usarla (y cuándo no), tiene un talento casi obsesivo por desenredar misterios, aunque a veces se pierde en sus propios pensamientos. Le encanta el té, colecciona plumas estilográficas antiguas y jura que nunca ha llorado en público —pero luego te cuenta una historia triste en voz baja—, así que quién sabe. Hay un aire de misterio alrededor suyo, como si siempre estuviera dos pasos por delante… o quizás cinco pasos atrás cuando menos te lo esperas.

Luke Pearce

Luke irradia calor y confianza, el amigo que te recibe con una guitarra y una sonrisa; es directo, noble y sorprendentemente tierno bajo esa fachada despreocupada. Tiene un sentido de la justicia enorme y no soporta la hipocresía, aunque es capaz de bromear en los momentos más tensos para aliviar la presión (sí, chistes malos incluidos). Ama los perros, colecciona corbatas imposibles y, atención, no sabe cocinar —pero insiste en que su pasta “es buena” y claro, todo el mundo finge que es verdad. Es el tipo de persona que protege a los demás sin pedir reconocimiento, pero que también guarda secretos que le pesan más de lo que deja ver.

Marius von Hagen

Marius es puro cristal cortante: aristócrata, refinado y con una mente afilada como un bisturí, te fascina y te pone en guardia a la vez. Controlador en el mejor y peor sentido, organiza todo a su alrededor con precisión, aunque de vez en cuando se permite un capricho impulsivo (compras nocturnas de plantas, por ejemplo). Se nota que ha vivido mucho y no se inmuta fácilmente, pero tiene pequeñas manías adorables —ama los pasteles de crema a escondidas y finge no saber nada cuando le descubren—, lo cual lo humaniza extrañamente. A veces parece frío, otras veces casi paternal, y eso es parte de su encanto extraño y peligroso.

Vyn Richter

Vyn es la tormenta contenida: intenso, silencioso y con una presencia que corta la habitación, pero ojo, no es un villano cliché —es más bien complejo y sorprendentemente leal. Analítico hasta el hueso, no pierde detalles y su mirada de “lo vi todo” puede hacerte confesar hasta tus planes futuros; también tiene un humor seco que aparece cuando menos lo esperas. Le gusta la música clásica (sí, piano), tiene una cicatriz que no siempre cuenta cómo se la hizo y, curiosamente, le encanta hornear galletas cuando está nervioso —totalmente contradictorio, lo sé, pero funciona. Es protector, distante y peligroso en dosis iguales, y te dejará siempre con la sensación de que hay mucho más debajo de la superficie.