Sobre Attack on Titan en pocas palabras:

Attack on Titan es una popular serie de anime y manga ambientada en un mundo donde la humanidad se ve obligada a vivir dentro de muros para protegerse de gigantescas criaturas humanoides conocidas como Titanes. La historia sigue a Eren Yeager y sus amigos mientras se unen al ejército y luchan contra los Titanes, descubriendo oscuros secretos e intrigas políticas en el camino. Con temas de supervivencia, sacrificio y superación de obstáculos imposibles, Attack on Titan se ha convertido en una serie querida e icónica en la comunidad de anime y manga.

Conoce las divisiones militares de Ataque a los Titanes

Scout Regiment

El Scout Regiment es el que siempre sale a la aventura y te arranca un «wow» cada vez; exploradores, locos, héroes, según el día. Son increíblemente valientes, impulsivos hasta el punto de rogar al sentido común que se quede en casa, pero también están obsesionados con la libertad y con saber la verdad. Tienen ese aire de tragedia bonita y camaradería extrema — sacrificio, sarcasmo, bromas en las peores situaciones, y sí, un par de líderes que parecen no dormir nunca. A veces son terriblemente desorganizados y al mismo tiempo increíblemente eficientes en combate, lo cual es raro pero real; y bueno, admitámoslo, se ven geniales en capa cuando el viento sopla.

Garrison Regiment

El Garrison Regiment es el muro literal y figurado: los que mantienen la ciudad en pie y hacen que todo no se venga abajo (literalmente). Son prácticos, testarudos y con una paciencia increíble para tareas aburridas — el trabajo de todos los días, la rutina, reparar muros y… rellenar formularios, bleh. No son los más glamorosos, pero tienen una moral extraña y protectora, orgullosos de lo suyo aunque a veces su orgullo se confunda con miedo a salir más allá del muro. Ah, y curiosamente suelen saber más de logística y de chismes del vecindario que cualquiera imaginaría; líderes no muy heroicos, sí muy necesarios.

Military Police Regiment

El Military Police Regiment es… complicado: elegancia, poder y un toque de corrupción que todos comentan en voz baja. Controlan la capital, disfrutan de privilegios y atuendos impecables, y son letales en política aunque a veces bastante inútiles cuando se trata de pelear fuera de la ciudad. Son arrogantes, sí, pero no todos son villanos de caricatura — algunos realmente creen que el orden que imparten es para el bien, y otros solo aman el té y las fiestas (y sí, aman ser vistos). A menudo hay contradicciones: rígidos pero con pasados secretos, protectores del status quo pero también vulnerables a escándalos; me fascinan y me irritan a partes iguales.