Sobre Amphibia en pocas palabras:

Amphibia es una serie de televisión animada de Disney que sigue las aventuras de una chica tailandesa-americana de 13 años llamada Anne Boonchuy, quien es transportada mágicamente al mundo fantástico de Amphibia. Junto con sus nuevos amigos, Sprig, Polly y Hop Pop, Anne navega por esta tierra extraña y peligrosa, descubriendo sus maravillas y sus peligros en el camino. Además de su historia convincente y personajes atractivos, la serie también explora temas de amistad, lealtad y crecimiento personal, convirtiéndola en una serie animada imprescindible para los fans.

Conoce a los personajes de Amphibia

Anne Boonchuy

Anne es energía pura, la chica que llegó a Amphibia pateando el tablero y ahora es la heroína improvisada que todos quieren en su squadra. Es valiente y práctica, aprende a pelear, a cocinar (bueno, a veces) y a improvisar refugios con palos y cosas pegadas con cinta, aunque también tiene un lado melancólico que aparece cuando menos lo esperas. Le encanta la comida —tacos, obvio— y sin embargo, jura que odia algo que en realidad secretamente devora a medianoche (no diré qué). A veces es súper madura y al siguiente minuto se pone a hacer carreras con Sprig como si no hubiera mañana; contradictoria, humana y totalmente encantadora.

Sprig Plantar

Sprig es la chispa infantil del grupo, hiperactivo, curioso y con esa mezcla de valentía e inexperiencia que da momentos dorados (y peligrosos). Siempre mete la pata pero también salva el día con ideas locas y una lealtad infinita hacia Anne y su familia; es el tipo que gritaría “¡aventura!” y luego pediría un abrazo. Ama los retos, los insectos brillantes y probablemente tiene un rincón secreto lleno de trofeos ridículos (una piedra con cara, sí). Tiene miedo de cosas rarísimas a veces, lo que lo hace más adorable —y sí, es un poco insistente cuando quiere algo, en plan hermano menor que no se da por vencido.

Hop Pop

Hop Pop es el patriarca gruñón que en realidad tiene un salón entero de historias y reglas que no puedes ignorar, y por alguna razón siempre lleva el mismo sombrero (o eso creo). Es protector, sabio a su manera y exageradamente dramático cuando cree que los valores están en peligro, pero también hace chistes malos y baila cuando nadie mira (o sí, depende del episodio). Le encanta repetir refranes antiguos, aunque a veces inventa uno nuevo y jura que es tradición familiar; y sí, es terco como una roca, pero con un corazón que te aplasta en el mejor sentido. Tiene problemas con la tecnología y con aceptar que los niños cambian, pero se adapta… a regañadientes y con mucha sopa.

Polly Plantar

Polly es diminuta, ruidosa y absolutamente imparable —uno de esos personajes que parece que tendrá tres vidas y las usará todas en una sola hora. Habla a su manera, tiene un apetito feroz (¡siempre comiendo!) y un humor que va del “no me importa nada” al adorable berrinche en décimas de segundo. No te dejes engañar por su tamaño, ella planifica cosas tremendas y a veces es más pragmática que el resto de la familia junta; también colecciona cosas brillantes y muerde casi por deporte. Hay momentos en que parece la bebé más feroz del mundo, y otros en que da ternura pura; en resumen: impredecible y gloriosa.

One-Eyed Wally

Wally (sí, un solo ojo y toneladas de encanto) es la versión más grande y afectuosa del vecino torpe que te da pasteles y te olvida el nombre al mismo tiempo. Tiene un humor bonachón, canta canciones absurdas —muy a menudo— y a veces habla en metáforas que nadie pidió pero que secretamente funcionan. Se le atribuyen historias de juventud legendarias, aunque la mitad seguro están un poquito embellecidas por la memoria (o por la cerveza de sapo, yo qué sé). Es fuerte, amable, un poco despistado y sorprendentemente profundo cuando se le pregunta por cosas serias; también colecciona botones, sí, botones.

Mrs. Croaker

Mrs. Croaker es la mezcla perfecta entre vecina que te cuida y anciana sabia que sabe plantas curativas que suenan a magia —además, cocina galletas terriblemente buenas y siempre tiene una mirada que lo dice todo. Es maternal pero no es pastelosa, te regaña si vas a hacer algo peligroso y después te trae una pomada que “curó a la tía Berta hace tres generaciones”. Le encanta el chisme local pero también sabe secretos antiguos de Amphibia que null te imaginarías; a veces suena como si hubiera sido aventurera en otra vida (o eso susurra la gente). Tiene un humor seco y segundos de ternura intensa, y sí, guarda una lista de “cosas que no se mencionan” en un cajón misterioso.

Mayor Toadstool

El alcalde Toadstool es el prototipo de autoridad cómica: pomposo, con ideas grandiosas y un sentido del drama que convierte un paseo en desfile oficial. Le encanta el poder y los sombreros llamativos, pero también tiene inseguridades muy humanas —quiere que lo respeten, aunque a veces eso le salga mal y termine metido en líos ridículos. Suele prometer soluciones enormes y luego improvisa (spoiler: no siempre funcionan), pero su corazón está en el lugar correcto, o al menos eso parece entre una proclama y otra. Es vanidoso, adorablemente indeciso y, en el fondo, bastante accesible si le das un pastel o un pequeño elogio (prueba y verás).