Sobre The Witcher en pocas palabras:

The Witcher es una serie de fantasía oscura y cruda en Netflix que sigue la historia de Geralt de Rivia, un cazador solitario de monstruos, mientras navega por el peligroso y misterioso mundo del Continente. Basada en la popular serie de libros de Andrzej Sapkowski, la serie presenta una narrativa compleja llena de intriga política, magia y acción de lucha con espadas. Con impresionantes visuales y actuaciones cautivadoras de actores como Henry Cavill y Anya Chalotra, The Witcher se ha convertido rápidamente en una de las series originales más populares de Netflix.

Conoce a las damas de The Witcher

Triss

Triss es ese tipo de persona que te abraza fuerte y luego te lanza un hechizo curativo como si fuera lo más natural del mundo; cálida, leal y un poco torpe en las mejores maneras. Tiene un talento para las pociones y una tendencia a quedarse dormida con un libro abierto (o eso me gusta imaginar), y a la vez puede ser increíblemente valiente cuando la cosa se pone fea. Le entra la culpa fácil por cosas mínimas pero también guarda una rabia contenida que aparece cuando menos te lo esperas; complicada, sí, pero de corazón gigante. Y sí, colecciona bufandas de colores y a veces se olvida de dónde dejó la varita —¡clásico Triss!

Ciri

Ciri es pura energía contenida: guerrera, viajera en el tiempo (literalmente), y con un sentido del destino que te da escalofríos; feroz pero con momentos de niña perdida que derriten. Tiene habilidades que asustan a los magos y a los monstruos por igual, y sin embargo se pone a perseguir mariposas o a recolectar pequeñas cosas brillantes cuando cree que nadie la ve. Es impetuosa y no siempre piensa las cosas, lo que la hace impredecible pero increíblemente viva; a veces saca una espada y otras veces se come una manzana como si no hubiera mañana. Oh, y tiene una cicatriz que le da carácter y una manía con las plumas —no preguntes por qué, probablemente una historia larga detrás.

Yennefer

Yennefer es majestuosamente complicada: orgullosa, letal, bellísima y con una necesidad casi obsesiva de controlar todo, aunque por dentro arde algo que nadie le pidió mostrar. Es una maga imponente que te mira como si te estuviera evaluando (y usualmente lo está haciendo), pero también guarda un celo escondido por quienes ama, en su particular y sufrida manera. Tiene un pasado que la modeló y la hizo cruel a veces, y una ternura rara que aparece cuando menos te lo esperas; es de esas personas que dicen “no quiero hijos” y luego… bueno, ya sabes, contradicciones. Le encantan los vestidos negros y los perfumes fuertes, y creo que secretamente toca un instrumento cuando nadie mira (o eso quiero creer).

Fringilla

Fringilla es elegante, fría y peligrosamente calculadora, la típica bruja del Imperio que sonríe mientras calcula el siguiente movimiento en la partida de ajedrez mundial. Leal a Nilfgaard (o al menos muy pragmática), tiene un aura de misterio y una mirada que te quita las ganas de discutir; sin embargo guarda dudas internas que salen en pequeños destellos de humanidad de vez en cuando. Parece tranquila como la superficie de un lago, pero debajo hay corrientes que te arrastran; eso la hace fascinante y algo aterradora. Y sí, escribe cartas con una caligrafía preciosa y luego las quema por razones dramáticas, porque claro que sí.

Tissaia

Tissaia es la directora-tía estricta que te corrige el peinado y la magia con la misma mano —una mezcla de autoridad, sentido práctico y ese misterio de haber vivido demasiado. Es dura y exigente, pero en el fondo tiene un compromiso profundo con la formación de las nuevas generaciones (aunque no te lo diga con lágrimas, no, nunca). Te hace sentir que hay reglas por una razón, y que romperlas viene con factura; aun así, cuando menos lo esperas, suelta un consejo que te cambia la vida. Ama el orden, colecciona broches raros y a veces hace comentarios que parecen fríos pero en realidad son como puñaladas de amor encubierto.

Queen Calanthe

Calanthe es la personificación de la leona: feroz, orgullosa, reina hecha a golpe de espada y discursos que te ponen la piel de gallina; manda con puño de hierro y un sentido del honor inmenso. Es madre feroz, gobernante incansable y no tolera tonterías; te mira con menos paciencia que un rayo, y si te considera débil, te lo hará saber (y no será sutil). Pero también tiene su lado extravagante —adora un buen banquete y es probable que beba demasiado vino real en celebraciones, con todo el drama que eso conlleva— y a ratos se le escapa un humor seco que te deja riendo y medio asustado al mismo tiempo. Y sí, monta a caballo como nadie y colecciona historias de batallas como si fueran joyas personales.