Sobre Jane the Virgin en pocas palabras:

«Jane the Virgin» es una telenovela estadounidense que se emitió en The CW desde 2014 hasta 2019. El programa gira en torno a Jane Villanueva, una devota católica que queda embarazada después de un error médico en la consulta de un ginecólogo. Es una comedia romántica que presenta los altibajos de la vida amorosa de Jane, la dinámica familiar y las vidas interconectadas de las personas que la rodean. Con su enfoque humorístico de las telenovelas, personajes identificables y giros inesperados en la trama, «Jane the Virgin» se convirtió en un favorito de los fans y recibió elogios de la crítica.

Conoce a los personajes de Jane la Virgen

Rafael Solano

Rafael es ese tipo que parece tenerlo todo controlado —el empresario serio, el papá responsable— pero luego te sorprende con ocurrencias ridículas que nadie esperaba. Tiene orgullo, terquedad y un corazón enorme, y sí, a veces actúa como si todo se arreglara con dinero (pero no siempre funciona, claro). Es protector hasta el punto de ser borde, y luego se arrepiente y te manda mensajes a las tres de la mañana pidiendo perdón como si fuera adolescente. Le gusta la buena comida y los trajes caros, aunque jura que odia cocinar y secretamente hace arepas a medianoche cuando nadie lo ve.

Xiomara Villanueva

Xiomara es puro fuego: extrovertida, ruidosa, amorosa y caótica en dosis iguales —la mamá que te grita y luego te abraza hasta ahogarte. Sueña con cantar, brilla en el escenario (o en la ducha) y ha tenido mil trabajos, porque nada la para, aunque a veces falta a las cuentas, literal y figurativamente. Es cariñosa y un poco irresponsable, y sin embargo tiene principios raros y muy firmes sobre la familia, la lealtad y el brillo (sí, colecciona brillantina). Se pelea con la estabilidad pero la ama con todo, y guarda entradas de conciertos en lugares imposibles.

Petra Solano

Petra es intensa, calculadora y de una determinación feroz que da miedo y respeto al mismo tiempo; ha pasado de villana absoluta a mamá casi tierna y es fascinante ver esa evolución. Maneja negocios como un tiburón y manipula situaciones con una sonrisa impecable, pero también se le escapan momentos sorprendentemente dulces que no encajan y te hacen dudar. Ama el control, tiene un plan para todo, y aun así a veces compra un helado sin pensarlo y lo come en el carro como si fuera una adolescente. Tiene un gato que supuestamente odia (no es verdad) y una agenda con más pegatinas que sentido lógico.

Jane Villanueva

Jane es la voz razonable en medio del caos, idealista, súper moral y con un sentido del humor seco que te gana al instante; además escribe como si el mundo dependiera de sus palabras. Es disciplinada (listas, horarios, libreta para todo) pero también humana hasta el tuétano: comete errores, se enamora de forma torpe y a veces baila en pijama a medianoche para despejar la cabeza. Tiene una fe tranquila que la guía y unas normas personales que defiende con pasión, aunque de vez en cuando rompe una regla y sonríe culpable. Le encanta la literatura y la comida casera —aunque suele olvidar dónde dejó la taza del café.

Rogelio De La Vega

Rogelio es puro espectáculo: exagerado, encantador y eternamente convencido de que vive en su propia telenovela (spoiler: probablemente sí). Es tremendamente narcisista pero también increíblemente cariñoso con su familia, siempre listo para un monólogo dramático o un abrazo aún más dramático. Vive de las grandes frases, los trajes brillantes y las historias de gloria; colecciona anécdotas que suenan a mito (y quizás algunas son ligeramente embellecidas). Tiene delirio por los peinados cambiantes, escribe poesía ridículamente buena y luego la pierde en un cajón, y jura que nunca llora… hasta que llora en las bodas.

Alba Villanueva

Alba es la columna moral y el corazón espiritual de la familia: tradicional, sabia, a veces testaruda, con una paciencia infinita que asusta y reconforta. Tiene una fe profunda y costumbres que transmite como si heredara superpoderes, pero también esconde un sentido del humor pícaro y una flexibilidad sorprendente cuando la situación lo exige. Es estricta con ciertas reglas (las que ella considera sagradas) y a la vez golosa: niega los postres pero se come el último pedazo de pastel a escondidas. Guarda recetas, oraciones y secretos en la cocina y puede dar un sermón sobre valores y, cinco minutos después, bailar salsa como si nadie la estuviera viendo.