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¿Qué personaje de ‘Minx’ eres tú?

¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de la serie de televisión Minx se parece más a ti? ¡Bueno, ya no te preguntes más! Toma nuestro divertido y emocionante cuestionario para descubrirlo. Con solo algunas preguntas rápidas, descubrirás si eres más como la segura y atrevida Marisol, el misterioso y seductor David, o tal vez incluso el encantador y aventurero Logan. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para comenzar tu viaje de autodescubrimiento!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de Minx eres tú?

Sobre Minx en pocas palabras:

Minx es una cautivadora serie de televisión que sigue las vidas de tres mejores amigos, Marisol, David y Logan, mientras navegan por los altibajos de la vida en Los Ángeles. Con su trama envolvente, personajes convincentes y emocionantes giros argumentales, esta serie se ha convertido rápidamente en favorita de los fans. Cada episodio está lleno de drama, romance y humor, lo que la convierte en una serie imprescindible para cualquiera que ame una buena serie de televisión.

Conoce a los personajes de Minx

Bridget Westbury

Bridget es pura electricidad con un cuaderno siempre medio lleno y la sensación de que va a cambiar el mundo en cualquier momento; idealista, obstinada y absolutamente imperfecta. Tiene esa mezcla de ingenuidad y astucia de quien aprende sobre la marcha, y de repente te sorprende con una solución extraña que nadie había pensado — o con un desastre completo, según el día. Le encanta el feminismo pero también se avergüenza de cosas pequeñitas, como su risa nerviosa o haberse comido un croissant entero a escondidas; y sí, a veces bebe té, aunque dice que solo toma café negro. En el fondo es tierna y feroz a la vez, y siempre vuelve aunque tropiece mil veces.

Glenn

Glenn es el amigo que te mira con ojos enormes y cree en la gente hasta que le demuestran lo contrario, o hasta que alguien le traiciona el sándwich; dulce, un poco distraído y maravillosamente confiable. Trabaja duro, como si el esfuerzo pudiera arreglar las cosas, y tiene un humor torpe que de vez en cuando le salva la vida social — o la empeora, depende. Puedes imaginártelo con una cámara vieja o un bloc de notas, intentando tomar notas de la revolución pero olvidando a veces dónde dejó la llave. Es el tipo que te sorprende con gestos pequeños y luego dice algo raro que nadie esperaba, y uno lo adora por eso.

Doug Renetti

Doug es esa mezcla de idealista cansado y escritor con demasiado café en el sistema, siempre con una opinión que parece profunda hasta que se equivoca, y luego corrige con una sonrisa apurada. Le importan las historias, las buenas y las malas, y suele intentar salvar a las personas con argumentos o canciones tristes, lo cual no siempre funciona pero es lindo intentarlo. Tiene un ego que a veces asoma y le fastidia, pero lo disimula con sarcasmo o con un gesto amable que sale sin pensar. Es entretenido, un poco contradictorio (dice una cosa y después hace otra) y, claro, mata por una buena frase.

Shane Brody

Shane es puro instinto y magnetismo — carismático, impulsivo y con el pelo que siempre parece peinarse solo. Vive al límite y es un poco más peligroso de lo que admite, pero también tiene un corazón grande que aparece en momentos raros, como cuando nadie se lo espera. Habla rápido, actúa más rápido y luego se arrepiente en voz baja, pero nunca pierde la sonrisa. Es el tipo de personaje que te hace decir “no, no lo hagas” y a los cinco minutos ya estás disfrutando el caos.

Joyce Prigger

Joyce es la editora/empresaria que no pide permiso, ordena y luego piensa si habrá sido mala idea — ambiciosa, afilada, con un radar para oportunidades y un ego que canta. Tiene una mezcla de pragmatismo brutal y momentos sinceramente vulnerables que salen como fugas: controla todo, pero a veces se queda mirando el vacío con una taza fría en la mano. Ama el poder y también le teme; aparentemente solo le importan las ganancias, y a la vez guarda pequeñas decisiones que la delatan como humana. Es mandona, perfecta para ser odiada y adorada en el mismo episodio, y probablemente tiene un gato (o un objeto raro que ama).

Tina

Tina es directa, sin filtros y con una risa contagiosa que te deja sin palabras; la persona que dice lo que los demás piensan pero no se atreven a decir. Tiene principios claros, un humor afilado y esa sensación de que no le importa lo suficiente como para fingir, aunque en el fondo le importe muchísimo. Es leal hasta doler y si la traicionas, uff, no lo olvida — pero tampoco guarda rencor demasiado tiempo, suele volver a su lado práctico. A veces es cariñosa y otras apaga su teléfono por días; contradictoria, humana, imprescindible.

Richie

Richie parece duro por fuera —voz grave, mirada intensa— pero en realidad es de un romanticismo raro, le gusta escribir cosas sentimentales en servilletas y se sorprende con flores baratas. Protector, algo explosivo cuando se enoja, y con un humor muy seco que aparece cuando menos lo esperas. Es eficiente en crisis, el que toma el volante y no pregunta, aunque luego se quede en silencio por horas pensando en lo que salió mal. Tiene pequeñas manías, como coleccionar llaveros o aprender canciones tristes, y sí, da sensación de misterio aunque en realidad es bastante simple.

Bambi

Bambi brilla sin querer, es glamour y ternura mezclados, con un sentido del humor demoledor y una habilidad infalible para entrar en una habitación y cambiar el ambiente. Puede ser feroz y protectora con sus amigas, pero también filosa cuando algo la toca de cerca; es una superviviente con estilo. Le encanta el drama (como a todos) pero también tiene una lógica casi matemática para los negocios personales, lo que la hace peligrosa en el buen sentido. Y sí, colecciona botones —o tal vez son pegatinas—, nunca está claro, pero la hace entrañable.

Shelly

Shelly es la veterana que lo ha visto todo y te mira con esa mezcla de cansancio y ternura, como si tuviera un archivo secreto donde guarda cada error y cada triunfo ajeno. Es pragmática hasta la médula, con consejos que suenan duros pero que, si los sigues, funcionan; y una risa seca que aparece cuando menos te lo esperas. Cuida del equipo como si fuera su familia —a veces demasiado— y tiene prácticas extrañas, tipo ordenarlo todo a medianoche o escribir listas por placer. A veces es misteriosa: dice cosas que parecen pistas y luego se encoge de hombros, dejando a todos pensando que en realidad sabe más de lo que suelta.