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¿Quién eres de Misfits según tus preferencias alimentarias?

¿Eres fan de la serie británica de ciencia ficción Misfits? ¿Alguna vez te has preguntado qué personaje de la serie se parece más a ti basado en tus preferencias alimentarias? ¡Haz nuestro cuestionario y descúbrelo! ¿Eres más como el sarcástico e ingenioso Nathan que ama un plato audaz y picante, o la sensible y empática Kelly que prefiere una cocina simple y abundante? Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrir tu pareja culinaria de Misfits.

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres de Misfits según tus preferencias alimentarias?

Sobre Misfits en pocas palabras:

Misfits es una serie británica de ciencia ficción que sigue a un grupo de jóvenes adultos que adquieren poderes sobrenaturales después de que una misteriosa tormenta golpea su centro de servicio comunitario. El programa explora temas de identidad, moralidad y las complejidades de las relaciones humanas mientras los personajes intentan navegar por sus nuevas habilidades y sus vidas personales. Los personajes complejos y provocativos, junto con la trama oscura y humorística, hacen que Misfits sea una serie única y cautivadora que destaca en el género de ciencia ficción.

Conoce a los personajes de Misfits

Curtis Donovan

Curtis es ese tipo que siempre parece tener el plan B, C y hasta el D en el bolsillo y te mira como diciendo «tranqui, yo me ocupo», aunque luego se enrede en dudas a las dos de la mañana. Es responsable, con valores de líder y una paciencia de acero… que a veces explota de la forma más humana. Le gusta aparentar que no le importa mucho la moda, pero jura que tiene una corbata favorita —o era una gorra?—, y cocina como si fuera terapia, quemando algo de vez en cuando. Tiene ese rollo de ex deportista o algo así (o lo soñé yo) y siempre intenta hacer lo correcto, incluso cuando falla y se cabrea consigo mismo.

Rudy Wade

Rudy es el caos más entrañable que te puedes imaginar: bromas, gestos raros, cambios de humor y siempre, siempre una frase que te pilla desprevenido. Es el amigo que te saca una sonrisa en el peor momento pero también guarda una tristeza grande detrás de la risa, así que no todo es payasito; hay capas. Le encanta lo absurdo (donuts, cantar en la ducha, quizá colecciona paraguas rotos?) y es increíblemente leal, aunque a veces sea incapaz de tomar algo en serio… hasta que lo hace. Es imprevisible, cariñoso y, sinceramente, imposible no quererlo.

Simon Bellamy

Simon es el tipo silencioso que mira mucho y habla poco, y cuando habla parece que cada palabra pesa diez kilos; es intenso por defecto. Tiene una melancolía bonita, casi poética, y una evolución que te deja con la boca abierta porque pasa de invisible a casi mítico sin avisar. Le encanta observar las estrellas, escribir notas secretas y cuidar pequeñas cosas (planta marchita, una libreta), aunque también baila en la cocina en secreto, sí, lo vi con mis propios ojos —o lo leí en un foro, no recuerdo—. Es misterioso, tierno y un poco dramático, la combinación perfecta para sufrir y salvar al mismo tiempo.

Kelly Bailey

Kelly es puro fuego con corazón de oro; escupe verdad sin filtros y luego te abraza como si nada, lo que la hace increíblemente humana. Es protectora hasta decir basta, madre tigresa con el temperamento justo y una lealtad que te cae encima como una manta. Ama la comida casera (y las patatas fritas, por supuesto), dice tacos como si fueran comas y tiene un lado sorprendentemente blandito: llora con las canciones tristes y colecciona cosas cursis a escondidas. Es directa, práctica y a la vez sentimental; una mezcla explosiva que no sabes si abrazar o seguir a la guerra.

Alisha Daniels

Alisha entra con tacones altos y actitud de «no me toques», pero debajo hay mucho más: heridas, fuerza y una vulnerabilidad que sorprende. Usa su sensualidad como escudo y arma, y luego aprende a soltarlo todo y mostrarse tal cual, lo que la hace crecer muchísimo. Le encanta el maquillaje (ese tono de labial que cambia según el día), las noches de fiesta y también guardar cartas viejas en una cajita —sí, muy contradictorio, pero encantador—. Es carismática, compleja, a veces borde y otras veces dulce hasta el exceso; totalmente humana y fascinante.