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¿Qué personaje de ‘HTGAWM’ eres?

¡Bienvenido al cuestionario de personajes de "Cómo defender a un asesino"! ¿Alguna vez te has preguntado con qué personaje te identificas más? ¿Eres una Annalise Keating feroz, un Connor Walsh astuto o una Bonnie Winterbottom leal? ¡Haz este cuestionario para averiguarlo! Simplemente haz clic en el botón "Comenzar" a continuación y responde las preguntas para descubrir qué personaje de HTGAWM coincide con tu personalidad. ¡Comencemos!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de HTGAWM eres?

Sobre HTGAWM en pocas palabras:

«Cómo defender a un asesino» es una emocionante serie de televisión de drama legal creada por Peter Nowalk. El programa sigue a Annalise Keating, una brillante abogada defensora criminal y profesora de derecho, y a su equipo de ambiciosos estudiantes de derecho mientras se ven envueltos en una serie de asesinatos, encubrimientos y escándalos. A lo largo de las seis temporadas del programa, los espectadores son llevados en una montaña rusa de giros y vueltas de la trama, mientras Annalise y su equipo navegan por las complejidades del sistema legal y sus propias vidas personales.

Conoce a los personajes de HTGAWM

Annalise Keating

Annalise es puro fuego, una presencia que llena la habitación incluso cuando llega tarde y con tacones torcidos (sí, a veces camina como si no supiera qué hacer con su vida y al minuto siguiente controla todo). Es brillante, ferozmente protectora y terriblemente humana: se equivoca, se recupera, y vuelve a equivocarse con estilo. Tiene secretos por montones y una voz que hace que todos escuchen aunque no quieran —y también un gusto inexplicable por los pasteles de crema a las tres de la mañana. En serio, poderosa y frágil al mismo tiempo; pero no la confundan, siempre tiene un plan (o cuatro).

Nate Lahey

Nate es el tipo serio y profundo que siempre parece cargar con el mundo en los hombros, y sí, eso le queda bien pero también le pesa un montón. Leal hasta el límite, con un sentido de la justicia que a veces lo ciega y a veces lo impulsa a hacer lo correcto de forma imprudente. Tiene ese humor áspero que sale cuando menos te lo esperas, y además probablemente guarda un libro viejo en algún cajón que nadie ha visto. Es complicado, cariñoso a su manera, y siempre, siempre conflictuado —pero no se rindan con él, realmente duele verlo caer.

Connor Walsh

Connor es el encanto en persona: carismático, ingenioso, un poco tramposo (bueno, bastante) y con un guardarropa sospechosamente perfecto. Te hace reír y luego te corta con una mirada; es teatral y dramático, pero también sorprendentemente leal cuando importa. Ama el glamour pero también puede mostrarse tierno en un momento raro y sincero que te deja sin palabras. Puede parecer superficial, pero hay capas —y muchas—, algunas brillantes y otras dolorosas.

Michaela Pratt

Michaela es la ambición hecha persona, esa chica que estudia, planea y ataca objetivos como si fueran tareas del día. Orgullosa, competitiva y con un sentido del deber que la hace chocar con todo el mundo (incluyéndose a sí misma). Tiene un lado sensible que se asoma con canciones cursis cuando nadie la ve y además colecciona notas adhesivas con ideas que raramente olvida. A veces parece segura hasta la arrogancia, y otras se derrumba; es humana y eso la hace fascinante.

Asher Millstone

Asher es ese personaje que empieza como el gracioso, luego te rompe el corazón cuando de verdad aprende a llorar en voz alta (sí, llorón y adorable a veces). Es simpático, inseguro, con un pasado medio ridículo que lo persigue; pero tiene buenas intenciones, casi hasta lo peligroso. Le encantan los chistes malos, los trajes bien planchados y también inventa excusas raras para evitar cenas incómodas. Es un desastre tierno y me lo imagino con una taza de té en la mano, intentando arreglar todo con una sonrisa nerviosa.

Frank Delfino

Frank es oscuro, callado y absolutamente esencial: no habla mucho pero sus acciones pesan toneladas, y eso asusta y enamora a la vez. Tiene un pasado que huele a problemas, manos que han hecho cosas feas y una lealtad que no se compra, se gana a golpes. Es misterioso, pero también hay pequeños gestos —un gesto torpe, una canción que tararea— que lo humanizan de una manera casi injusta. Peligroso y protector, como un tipo que lleva una llave de muchas puertas.

Bonnie Winterbottom

Bonnie es intensa y exacta; te da la sensación de que puede resolver cualquier cosa con una mirada y una lista escrita. Leal hasta el hueso, feroz para defender a los suyos y con un sentido moral confuso que la hace chocar con ella misma a menudo. Tiene una sonrisa rara —a veces cálida, a veces tensa— y colecciona objetos que nadie más entendería (bolígrafos, tal vez, o recortes de periódicos). A veces parece fría, y al minuto siguiente se quiebra; es compleja y se nota que piensa en todo, hasta en cosas que tú ni recordarías.

Oliver Hampton

Oliver es el corazón puro en versión tecnológica: nerd adorable, brillante en lo suyo y con un sarcasmo dulce que te derrite. Es increíblemente cariñoso, cuida a la gente con aplicaciones y playlists y memes —y sí, también con tortas raras que hace a las tres de la mañana—. A veces se sorprende siendo valiente en lugares donde nadie lo esperaba (literal: sorprendentemente valiente). Tiene un optimismo contagioso y ese tipo de vulnerabilidad que te hace querer abrazarlo aunque solo lo conozcas en 0s y 1s.

Laurel Castillo

Laurel es lista, reservada y con una capacidad de análisis que asusta; siempre parece estar tres pasos atrás viendo el tablero entero. Tiene una mezcla de rabia contenida y ternura oculta, y a veces habla como si estuviera preparando un alegato (oh wait, tal vez sí). Es sofisticada, con un código moral complicado y una tendencia a guardarse las cosas hasta que explotan en conversaciones largas y agridulces. También tiene un amor inexplicable por el té helado y por las despedidas dramáticas, no sé por qué, pero eso la hace entrañable.

Wes Gibbins

Wes es el alma curiosa y confundida, siempre intentando entender quién es y por qué todo le pasa; un imán para problemas pero con un corazón enorme. Tiene esa mezcla de idealismo y culpa que lo persigue, y además una cara de perdedor romántico que no puedes dejar de querer. Se le notan los nervios en los gestos pequeños, pero también una valentía torpe cuando intenta arreglar lo que rompió (a veces lo arregla, a veces lo empeora). Es sensible, impreciso a veces, y definitivamente trágico en la mejor forma posible.