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¿Qué personaje de ‘The Fall’ eres?

¿Eres fanático del drama criminal británico, The Fall? ¿Te identificas o apoyas a algún personaje en particular? ¡Realiza nuestro cuestionario y descubre qué personaje de The Fall eres! Responde una serie de preguntas divertidas y reflexivas y descubre si eres más como la enigmática y obsesiva Detective Superintendente Stella Gibson o el encantador pero peligroso asesino en serie Paul Spector. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón "Comenzar" para comenzar el cuestionario y descubrir tu verdadero personaje de The Fall!

Bienvenido al cuestionario: ¿Qué personaje de The Fall eres?

Sobre The Fall en pocas palabras:

The Fall es una serie de televisión de drama criminal británico-irlandesa que sigue la investigación de un asesino en serie en Belfast, Irlanda del Norte. Protagonizada por Gillian Anderson como la Detective Superintendente Stella Gibson y Jamie Dornan como Paul Spector, la serie explora el costo psicológico y emocional de la búsqueda de un asesino peligroso e inteligente, así como las vidas personales intrincadas y complejas de los personajes involucrados en el caso. La serie recibió aclamación crítica por sus actuaciones, escritura y estilo visual.

Conoce a los personajes de The Fall

Stella Gibson

Stella es la que todos miramos cuando la tensión sube: fría en apariencia pero con un fuego interno que se siente a kilómetros. Tiene esa mezcla rara de elegancia clínica —abrigos perfectos, tacones que no hacen ruido— y una intuición brutalmente humana, como si supiera lo que piensas antes de que te des cuenta. A veces parece distante, casi una estatua, y al segundo siguiente te suelta una broma cortante que te deja pensando en su inteligencia durante días. Ah, y fuma, o finge fumar, no estoy seguro, pero tiene esa estética de detective cinematográfica que no falla.

Paul Spector

Paul es el tipo que te hace mirar dos veces y luego no querer volver a mirar; encantador, doméstico, y al mismo tiempo totalmente aterrador. De día es el amigo amable, el padre que cocina magdalenas, terapeuta de almas rotas; de noche… bueno, ya sabes, es la otra cara, la que estudia, planifica, y ejecuta. Hay algo casi artístico en la forma en que se contiene y explota, es como ver una persona dividida en escenas contradictorias. Te pone incómodo y, aunque lo odies, no puedes negarle talento para manipular la realidad a su favor.

Jim Burns

Jim es bruto y directo, un tipo de la vieja escuela con una mezcla de orgullo profesional y ternura oculta que te sorprende. Tiene maneras toscas —es de los que paga la ronda y se queja de la tecnología—, pero cuando cierra un caso es implacable; también es un poco competitivo con Stella, lo admito, y eso le da chispa. Se le nota la lealtad en la cara, y aunque se enrede en bocados de ego, es de los que nunca abandonan a su equipo. A veces parece que vive en un bar, otras veces en la estación de policía; quién sabe, supongo que vive en ambas cosas.

Katie Benedetto

Katie era joven, llena de planes pequeños y risas nerviosas, de esas personas que anotan ideas en servilletas y luego se olvidan dónde las pusieron. Tiene una calidez práctica —café para todos, sonrisa para los niños— pero también una vulnerabilidad que la hace demasiado humana para algunas historias. Se siente como la amiga que crees que puede con todo y luego se le doblan las piernas, ya sabes, y lloras con ella en silencio. A veces recuerdo que llevaba una bufanda roja, otras veces creo que era azul; la memoria me traiciona pero la imagen sigue siendo fuerte.

Danielle Ferrington

Danielle es trabajadora, de esas mujeres que saben arreglárselas y hacen favores sin esperar nada, pero también guarda pequeños muros que solo se ven si la observas demasiado tiempo. Tiene humor seco y maneras puntuales, y probablemente sabe más de lo que deja ver sobre la gente del barrio. A ratos parecía invisible y a ratos se imponía sin darse cuenta, un poco contradictoria en esa forma de ser que te intriga. Creo que coleccionaba tazas, o tal vez era imánitos; en fin, detalles sueltos que la hacen más real.

Sally Ann Spector

Sally Ann es la madre trabajadora que intenta mantener todo unido con fuerza y ternura, y aunque la herida la hace frágil, también la hace feroz. Hay una bondad práctica en ella —organiza, cuida, perdona— pero también un cansancio profundo que asoma cuando nadie la mira. Se siente como la persona que siempre da segundas oportunidades y luego se pregunta por qué lo hace, y eso la humaniza totalmente. Por cierto, creo que tenía un gato, o quizá eran plantas; me encanta imaginarla regando algo mientras piensa en la familia.

Olivia Spector

Olivia es esa hija silenciosa que observa más de lo que habla, con pequeños destellos de rebeldía y una ternura que se mascara con ironía. Muy lista, sensible, y con una mirada que, cuando te la clava, te hace pensar que sabe demasiado. Es terca de forma adorable; guarda rabietas y dibujos en cajitas, o eso me gusta creer. A veces es dulce y otras veces te suelta verdades como si fuera mayor; confusa y perfecta a la vez.

Matthew Eastwood

Matthew tiene esa mezcla de idealismo profesional y nervio joven que lo vuelve entrañable y, a veces, impulsivo —pero en el buen sentido, más bien valiente que imprudente. Parece el tipo que todavía cree en la justicia pura, con cuadernos llenos de notas y teorías, y una fe absoluta en el procedimiento. Le salen comentarios torpes cuando está incómodo, lo cual es adorable y a la vez frustrante; lo ves poner todo en la balanza y perder el sueño por casos. En mi cabeza siempre tiene una taza de té caliente y teclado pegajoso, lo típico de los detectives novatos intensos.

Gail McNally

Gail es la compañera práctica, la que no se enreda en poesía emocional y te dice la verdad aunque duela; muy eficaz, sin florituras. Tiene esa risa contenida que aparece de vez en cuando y te recuerda que no todo es tragedia, aunque trabaje con cosas duras. Se la nota directa, con un sentido del deber que a veces raya en la obstinación —pero en el fondo, se preocupa de verdad. También creo que le gustan los perros, o le gustaban los gatos, ¡en fin, le imagino con animal de compañía!

Rose Stagg

Rose es una figura delicada en la memoria, la chica que parece tímida pero tiene pequeños estallidos de personalidad que la hacen inolvidable. Amable, quizás demasiado confiada para el mundo en el que vive, con sueños simples que la hacen trágica cuando la historia no la protege. Tenía gestos ingenuos —mueve las manos mucho cuando habla— y una risa que creo que se callaba a mitad de frase, como si supiera que debía ser prudente. Es fácil sentirse cerca de ella y luego darse cuenta de lo frágil que era su posición; me rompe el corazón cada vez.