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¿Quién eres en ‘Grimm’ según tus preferencias alimentarias?

¿Te encuentras animando al heroico Nick Burkhardt o a la astuta Adalind Schade? ¿Te preguntas si compartes el paladar con los villanos o los héroes de Grimm? ¡Bueno, no te preguntes más! Toma nuestro cuestionario para descubrir quién eres de la serie de televisión Grimm basado en tus preferencias alimentarias. Desde lo salado hasta lo dulce, cada respuesta revelará un nuevo aspecto de tu personalidad. Entonces, ¿qué estás esperando? Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón de inicio para descubrir tu alter ego de Grimm.

Bienvenido al cuestionario: ¿Quién eres en Grimm según tus preferencias alimentarias?

Sobre Grimm en pocas palabras:

Grimm es una serie de drama policíaco de fantasía estadounidense que sigue la vida del detective de homicidios de Portland Nick Burkhardt, quien descubre que es descendiente de una larga línea de guardianes conocidos como Grimms, quienes están encargados de mantener el equilibrio entre la humanidad y las criaturas mitológicas en el mundo. Junto con su compañero Hank y una criatura reformada llamada Monroe, Nick lucha contra fuerzas sobrenaturales mientras intenta mantener su vida normal. La serie se emitió durante seis temporadas desde 2011 hasta 2017.

Conoce a los personajes de Grimm

Nick Burkhardt

Nick es el típico policía serio que además resulta ser un Grimm — o sea, doble vida, estrés máximo, pero de alguna manera lo llevas con dignidad. Leal hasta los huesos, se preocupa por la gente y por descubrir la verdad, aunque a veces se enreda en sus propias dudas (y en tazas de café frías). Es increíblemente práctico pero guarda un afecto raro por los libros viejos de la abuela; sí, contradicción total, lo sé, pero funciona. Tiene ese aire del héroe cansado que no quiere ser héroe pero siempre termina salvando el día.

Hank Griffin

Hank es el compañero gruñón y terrenal que todos adoramos: directo, sin filtros y con un sarcasmo que podría cortar vidrio. Al principio niega todo lo sobrenatural como si fuera su deporte favorito, pero cuando hace falta se sacrifica sin pensarlo dos veces (aunque resople mucho mientras lo hace). Es el típico tipo que cocina en la barbacoa los domingos, odia los cuentos fantásticos y luego te sorprende con una habilidad para escuchar que no esperabas. Gruñón por fuera, blandito por dentro — y sí, secretamente le gustan las comedias románticas de cuando nadie lo ve.

Monroe

Monroe es básicamente la personificación de «un lobo domesticado que monta jardines y hornea tartas», y eso es tan perfecto que me duele de felicidad. Tranquilo, paciente, con un sentido de la estética raro en alguien que puede ponerse fiero en segundos; odia pelear pero sabe pelear cuando hay que proteger a los amigos. Es un gentleman con manos de jardinero, colecciona tazas de té y te sorprendería con su conocimiento de cielos estrellados. A veces parece demasiado zen y luego suelta una metáfora extraña sobre las plantas y las relaciones, y te quedas pensando «sí, tiene sentido».

Sean Renard

Renard es elegante, misterioso y con un aire de peligro que te atrae aunque no quieras admitirlo; el tipo de hombre de traje que siempre huele bien y sabe cuándo decir menos. Tiene capas: político, oficial, sangre real (o algo así) y un pasado lleno de decisiones complicadas; no es villano simple ni héroe blanco, más bien gris sofisticado. Controlado en público, pero cuando baja la guardia se le ve el cansancio y la vulnerabilidad — y eso lo vuelve humano, dolorosamente humano. Es de los que coleccionan relojes y secretos por igual, y sí, a veces parece que escucha música clásica hasta para pensar.

Drew Wu

Drew es el amigo simpático y la conciencia de la comisaría, siempre con un comentario que rompe la tensión y unas botellas de agua que nadie pidió pero son necesarias. Es curioso, inteligente y muy tecnológico: piensa en podcasts, bases de datos y snacks raros (mira esa bolsa de papas que nadie entiende). No es el más temerario pero tiene una valentía muy real cuando hace falta, y su optimismo contagioso salva escenas enteras. Ah, y se distrae con cualquier pista que suene a true crime; lo juro, se ilumina como un niño.

Bud Wurstner

Bud es ese amigo enorme y tierno que aparece con chistes malos y la camiseta manchada de pizza, pero que también te cubriría la espalda en cualquier momento. Toro de corazón, un poco torpe y muy fiel, es el alivio cómico pero también demuestra una lealtad sorprendente — y un gran apetito, siempre tiene hambre. Le encanta coleccionar corbatas estrambóticas y decir frases tipo «¡vamos que se puede!», lo cual es ridículo y adorable al mismo tiempo. A veces parece que no se toma todo en serio (y en realidad no lo hace), pero cuando la cosa se pone fea, Bud está ahí, serio y solido.

Adalind Schade

Adalind es puro drama y poder: una Hexenbiest con ambición, heridas antiguas y una capacidad asombrosa para manipular situaciones (y peinados). Oscila entre ser villana, víctima y madre protectora, lo que la hace fascinante porque no es predecible — y, sí, cambia de opinión como de abrigo. Tiene gusto por lo exquisito: perfumes, vestidos y planes muy elaborados; aunque a veces también le da por cocinar galletas (no preguntes por qué). Es peligrosa cuando se enfoca, pero hay momentos de vulnerabilidad tan sinceros que casi te hacen perdonarla… casi.

Juliette Silverton

Juliette empieza como la chica dulce, inteligente y vet que te cae bien al instante, luego la vida le da golpes y se vuelve complejísima; buena, confundida, furiosa y herida todo a la vez. Tiene un corazón enorme y una mente científica pero también se enreda en lo mágico de forma trágica; es la persona que quería curar a todos y terminó siendo parte del conflicto. Le encantan los rompecabezas y tiene memoria para pequeños detalles, aunque a veces pierde la brújula emocional completamente. Es una mezcla de ternura y tormenta — adorable y aterradora según la temporada.

Rosalee Calvert

Rosalee es la reina de las especias y de las soluciones improbables: entra a una habitación con olor a canela y una sonrisa que calma guerras. Alegre, ingeniosa y con un arsenal de remedios naturales (y chismes), transforma problemas en recetas prácticas; además es la amiga que te regala té cuando todo va mal. Es maternamente feroz con sus amigos, sabe perdonar pero también poner límites, y su tienda es caos ordenado con flores secas por todas partes. Tiene un sentido del humor fantástico y colecciona frascos que nadie más entiende; además, cocina mejor que la mayoría de los restaurantes.