Sobre Ozark en pocas palabras:

Ozark es una serie original de Netflix que sigue a la familia Byrde, una familia suburbana de Chicago obligada a mudarse a los Ozarks después de que un esquema de lavado de dinero sale mal. Mientras navegan por su nuevo entorno, se ven envueltos en una serie de situaciones peligrosas que involucran a carteles de drogas locales, negocios rivales y el FBI. La serie ha sido elogiada por su intrincada trama, fuertes actuaciones y atmósfera oscura y sombría.

Conoce a los personajes de Ozark

Martin Byrde

Vale, Martin es ese tipo que parece que no pierde la calma nunca, el contable cool que lava millones como si fueran hojas de Excel. Super calculador, siempre pensando tres movimientos adelante, pero también con ese nervio bajo la piel que aparece en las peores cenas familiares, ¿lo notas? Ama el orden, los trajes sobrios y poner nombres raros a las cuentas; contradictoriamente a veces se tira a lo bruto sin plan, lo cual es medio angustiante y fascinante. Tiene un sentido del humor seco que nadie entiende hasta que suelta una frase que te deja congelado, y sí, creo que secretamente le gustan las pelis de los 80 aunque lo niegue.

Wendy Byrde

Wendy es pura ambición con cara de mamá modelo, estratega nata que convierte cada caos en una jugada política —y lo hace con una taza de té en la mano, probablemente. Fría cuando hace falta, feroz por su familia, y con una capacidad para manipular que asusta y enamora a la vez; a veces se siente culpable, otras disfruta el poder como si fuera un dulce pecado. Tiene gestos domésticos y, sin embargo, inventa planes sombríos en la cocina a las tres de la mañana; contradicción clásica: ama a sus hijos y también desea más y más control. Ah, y siempre sospecho que colecciona agendas bonitas aunque no quiera admitirlo.

Charlotte Byrde

Charlotte es la adolescente observadora que te mira como si entendiera todo y al mismo tiempo pareciera perdida; sarcástica, graciosa y extraña a la vez. Le gustan las cosas pequeñas: dibujos, palabras raras, plantas a medio morir; no es la típica llorona, es más bien silenciosa y punzante. A veces actúa infantil y otras parece mayor que todos, con esa mezcla de sensibilidad y dureza que confunde; creo que tiene una colección de conchas o piedras que no muestra nunca. Y sí, una vez se la ve dulce con los animales pero muerde verbalmente cuando la tocan, lo que es maravillosamente contradictorio.

Jonah Byrde

Jonah es el hijo raro pero brillante, tipo científico aficionado que hace preguntas incómodas en la cena y nadie sabe cómo responder. Silencioso, curioso y con un humor negro muy suyo; a veces actúa como la voz de la conciencia y otras parece estar evaluando todo como un experimento. Le encantan los rompecabezas y las cosas ordenadas, aunque en momentos puede ser sorprendentemente impulsivo —hola, pequeñas traiciones morales—, lo que lo hace impredecible. Tiene una mirada que te recuerda que está absorbiendo todo para luego usarlo de maneras que ni tú viste venir.

Ruth Langmore

Ruth es puro fuego, una combinación letal de ingenio, lealtad y maldita ternura cuando menos te lo esperas. Callejera, ferozmente independiente y con un vocabulario para destruir a cualquiera, pero hay una fibra blanda que la hace cuidar como una madre leona; eso me derrite cada vez. Sabe manipular, sangrar, llorar y reír en la misma escena, y tiene pequeños hábitos como comer cereal a cualquier hora y poner música altísima cuando planifica algo. Contradicciones everywhere: es brutal y a la vez sentimental, y eso la hace humana y gloriosa.

Darlene Snell

Darlene es la reina de lo inquietante: caprichosa, letal y con una estética rústica que da miedo y atrapa. Ama las tradiciones oscuras, las plantas raras (hongos, pesticidas, lo que sea) y tiene una fe propia que la guía —o la justifica— cuando hace cosas horribles. Es maternal en su manera retorcida, especialmente con Jacob, pero también explota de forma imprevisible; un día te hace sopa, al otro te desafía a muerte. Y sí, tiene un gusto por las cosas finas como si fuera aristocrática del pantano, lo que es raro y absolutamente perfecto.

Wyatt Langmore

Wyatt es el hermano sensible, ese tipo que piensa demasiado y siente aún más; humilde, dulce y con una lealtad que duele. No es de grandes palabras, más de gestos: te trae café, arregla un motor, te mira con ojos sinceros cuando habla de poesía barata que escribe en el móvil. Tiene un fuego tranquilo, se enoja pero rara vez explota, prefiriendo alejarse y rumiar; contradicción bonita: capaz de romperte la cara o darte el abrazo más tierno, según el día. Y siempre parece llevar algo recogido de la orilla del río —una piedra, una pluma— como si guardara recuerdos físicos.

Rachel

Rachel (sí, la del bar) es esa alma frágil que intenta mantener su mundo en pie después del desastre; es amable, un poco despistada y con un corazón enorme que la pone en líos. Dueña del local, con sueños pequeños y muchas heridas, te cae bien al instante aunque no sepas por qué; a veces es valiente y otras se hunde, lo que la hace demasiado humana. Tiene manías adorables, como cambiar el cartel del bar por cualquier cosa y hablar con clientes como si fueran familia, contradictoria porque quiere salir y a la vez se aferra al lugar. Y juro que colecciona tazas rotas, no preguntes cómo lo sé.

Roy Petty

Roy es el agente obsesivo que se mete en la cabeza de la gente como si fuera su habitación personal: intenso, vengativo y con cero límites éticos cuando se trata de cerrar el caso. Tiene métodos cuestionables, una moral muy torcida y una vulnerabilidad que a veces asoma (sí, es humano, shock). Le encanta el control y los juegos psicológicos, pero de vez en cuando sufre ataques de culpa y escribe cartas que nunca envía; contradicción dramática. Y sí, probablemente escucha baladas tristes mientras planea su próxima jugada, lo cual es terrible y perfecto.

Jacob Snell

Jacob es la versión estoica del crimen rural: tradiciones, honor retorcido y una calma que hiela; dirige su imperio con mano de hierro y un extraño amor por la tierra. Respetuoso con códigos antiguos, injustificablemente cruel cuando hace falta, pero también tiene gestos casi domésticos que te descolocan —como cuidar sus flores antes de ordenar cosas feas. Es práctico, le teme al cambio y, sin embargo, su mundo se desmorona por decisiones emocionales; eso lo hace trágico. Y sí, en algún momento parece que podría ser un buen abuelo, si no fuera por todo lo demás.

Sam Dermody

Sam es ese personaje secundario que se hace grande por puro impulso: un tipo del lugar, con machismo barato a veces y con momentos de torpeza que lo vuelven humano. Quiere impresionar, se equivoca mucho, pero tiene una lealtad ligeramente ingenua hacia su gente; no siempre sabe lo que hace bien. Le gusta lucir rudo pero a veces se le escapa la sensibilidad, y creo que colecciona camisetas viejas o algo así —no es muy estable emocionalmente, pero se le perdona porque tiene buena intención. Contradicciones everywhere: bruto y a la vez, en el fondo, bastante tímido.