Sobre Chucky en pocas palabras:

La serie de televisión de Chucky es una serie de terror basada en el infame muñeco Chucky de la franquicia de películas Child’s Play. La historia sigue al muñeco malvado mientras continúa causando estragos en víctimas inocentes, mientras también explora las vidas de sus nuevos anfitriones humanos. La serie presenta una mezcla de humor oscuro y horror macabro, y trae de vuelta personajes clásicos como Andy Barclay y Tiffany. Con una nueva generación de fans y muchos giros y vueltas, la serie de televisión de Chucky es una visita obligada para cualquier aficionado al terror.

Conoce a los personajes de Chucky

Jake Wheeler

Jake es ese tipo que te cae bien enseguida aunque esté siempre medio al borde de explotar —artista, furioso y con un sarcasmo que parece defensa pero en el fondo es cariño, ¿sabes? Tiene el don de ponerse en problemas por defender a otros y luego pasarse horas dibujando nada importante; colecciona pegatinas de pizza y odia las galerías (sí, lo sé, contradicción clásica). Es valiente y a la vez quiere esconderse en su cuarto con una taza de té gigante; a veces parece más niño que adulto, otras un líder que no pidió serlo. Y ojo, tiene un sentido del humor raro que aparece en los peores momentos, lo que lo hace adorable y aterrador al mismo tiempo.

Devon Evans

Devon es la calma en medio del caos pero no confundas tranquilidad con debilidad —es leal a morir por su gente y, curiosamente, siempre tiene una solución práctica (y a veces absurda) para las peores situaciones. Es popular sin pretenderlo, canta en la ducha pero jura que es malo cantando; contradicciones everywhere. Tiene un instinto protector, es gracioso sin esforzarse y guarda secretos como quien guarda cromos raros, aunque a veces se tropieza con sus propias inseguridades. Me encanta que sea el tipo que te hace reír y luego se planta serio cuando hay que pelear.

Lexy Cross

Lexy es la sabelotodo encantadora que en realidad es más humana que la mayoría —escéptica, lista y con una lengua filosa que usa para salvar a sus amigos o para arruinar tu día, según convenga. Lleva siempre una libreta diminuta donde escribe listas que dice que nunca sigue (clásico), y tiene una paciencia que se acaba justo cuando alguien cruza la línea. Su lealtad es feroz, pero también es la primera en decir “no” cuando algo apesta, lo que la vuelve un faro moral medio cansado a veces. Además, tiene una risa que parece una alarma de coche, y la adoro por eso.

Junior Wheeler

Junior es el problema con piernas, un tipo mimado que se enoja fácil pero que a ratos parece perdido y casi triste (sí, suena raro, pero es así). Bullying de manual pero con complejos enormes; presume de no sentir nada y luego se queda toda la noche viendo comedias románticas a escondidas —cosas que no cuadran pero lo hacen más interesante. Tiene un orgullo enorme y una vulnerabilidad que explota en los peores momentos, y no, no es sólo “el malo”, tiene capas (malas pero capas). A veces ríe como si tuviera todo controlado y al segundo pierde el hilo; inestable y memorable.

Chucky

Chucky es el caos hecho muñeco: sardónico, adorablemente grotesco y con un sentido del humor que te hace reír y temblar al mismo tiempo. Es ceremoniosamente infantil pero con intenciones mortales, colecciona vocabulario cruel y chistes malos —ama los juegos y odia que le ganen, aunque él mismo trampee. Tiene una obsesión ridícula por “la familia” y luego la destruye con una sonrisa, y sí, le gusta cantar canciones infantiles antes de… bueno, ya sabes. Es el villano que entra en la habitación como si fuera a jugar y te deja con un souvenir que no quieres conservar.